En los últimos años se ha hablado bastante sobre un particular método delictual que consiste en la sumisión parcial o completa de un individuo, a través de la ingesta de burundanga o escopolamina.
La burundanga (como es conocido el principio activo presente en la escopolamina) posee su origen en el continente americano, siendo utilizada por las culturas precolombinas para fines medicinales y rituales. La planta de la cual se obtiene corresponde a la Brugmansia arbórea, también conocida como borrachero, campanilla, trompeta de ángel o floripondio. En la actualidad, se puede encontrar en diversos jardines, plazas y parques públicos o privados, desconociéndose su potencial mal utilización.
Al ser una sustancia de origen natural, se puede utilizar en bajas dosis para tratar mareos, náuseas, vómitos e incluso como sedante, analgésico y tratamiento para el parkinson. No obstante, en dosis altas puede provocar alucinaciones, arritmias e insuficiencia respiratoria hasta la muerte.
Sumisión Química
Gracias a las redes sociales y la globalización, cada vez es más fácil conocer casos delictuales donde las víctimas, al momento del actuar, se encontraban en un estado de indefensa y bajo los efectos de alguna sustancia ingerida involuntariamente.
Estos casos generalmente son delicados y complejos de tratar, ya que habitualmente no es claro su origen, las sustancias químicas utilizadas y su forma de ingestión, además no siempre son denunciados o no se abordan las pericias necesarias para su esclarecimiento (evaluación física, psicológica, pruebas toxicológicas, etc).
La sumisión química es un delito, debido a que de alguna manera se manipula la voluntad, juicio y decisiones que pueda tomar una persona, por los efectos farmacológicos suministrados. De este modo, el agresor puede ejercer cualquier tipo de acción sin que la víctima pueda reaccionar o evitarlo, perdiendo el control y dejándose dominar.
Generalmente se utiliza tanto como para delitos como robos/hurtos y agresiones sexuales, popularmente en discoteques, bares y clubes nocturnos.
No solo la burundanga se utiliza como sustancia de sumisión química, sino que también se puede utilizar e incluso complementar con otras drogas como benzodiazepinas u opioides.
A continuación, adjuntamos un gráfico de los delitos donde se utilizó la escopolamina en la ciudad de Bogotá durante el año 2016, siendo hurto y delitos sexuales los de mayor prevalencia:
Signos y síntomas
- Amnesia retrógrada (perder la memoria hasta justo antes de la ingesta de la sustancia).
- Deshidratación y sequedad de piel, boca, mucosas.
- Sensación de mucha sed.
- Dificultad para deglutir.
- Dificultar para hablar.
- Visión borrosa.
- Dilatación de pupilas (midriasis).
- Pulso alterado.
- Escalofríos.
- Somnolencia.
- Taquicardias.
- Paro respiratorio (dosis muy altas).
La persona que ingiera la droga presentará un estado de completa pasividad, debido a sus efectos a nivel del sistema nervioso central. Este podrá recibir órdenes y ejecutarlas sin oponerse. El individuo se mantiene apático, su ansiedad y agresividad disminuyen, acatando cualquier acto o acción sin oponer resistencia alguna. Asimismo, se bloquean las funciones de aprendizaje y memoria, pudiendo experimentar solo uno que otro flashback de la situación.
Mitos y verdades
En reiteradas oportunidades se habla que la burundanga o escopolamina es una droga que se inhala a través del contacto rápido con algún elemento entregado por el agresor (Ej: un diario, toques superficiales en la piel, apretón de manos, etc). No obstante, algunos especialistas indican que es muy poco probable que la ingesta se produzca a través del contacto con la piel, debido que se requieren al menos 10 mg de dosis en un niño y más de 100 mg en un adulto para comenzar a hacer algún efecto, además de que el tiempo de absorción debería ser mínimo de 10-15 minutos, sugiriendo a que se requiere un contacto bastante más prolongado.
Es vital reconocerla y habitualmente su forma de presentación consiste en un polvo blanco que se puede inhalar por la nariz o de manera oral en líquidos (gaseosas, bebidas alcohólicas) y que en caso de ingerirla posee un gusto amargo.
Su detección en pruebas de drogas convencionales es bastante compleja, ya que no siempre se realizan peritajes toxicológicos a las víctimas por su alto costo, no disponibilidad y su detección es inversamente proporcional al tiempo, es decir, a medida que avanzan las horas, la sustancia se va eliminando progresivamente por la orina.
Recomendaciones
Es habitual que cada vez llegan más usuarios a nuestras instalaciones solicitando test de drogas para descartar o confirmar la presencia de sustancias en situaciones delictuales como estas, por lo que te entregamos las siguientes recomendaciones:
- Primero que todo, NO sentir vergüenza si eres víctima de estos delitos. Tú NO eres el culpable.
- Denunciar.
- No recibir sustancias, vasos, líquidos, gaseosas o tragos alcohólicos de desconocidos.
- No pierdas nunca de vista tu vaso al momento de compartir en una fiesta o ambiente con muchas personas.
- Intenta siempre enviar tu ubicación en vivo a tus padres/amigos cuando salgas de fiesta, sobre todo si compartes con desconocidos.
- Intenta mantener al tanto a tu familia y amigos por redes sociales si presentas algún síntoma.
- En lo posible, mantente siempre con algún amigo o conocido.
- Si sientes que ingeriste alguna sustancia desconocida o tuviste contacto con ella, pide ayuda a algún amigo/conocido, intenta expulsar lo ingerido y lava la zona con abundante agua.
- Si estás en un lugar ajeno a tu hogar y presentas algunos de esos síntomas, pide ayuda a algún amigo/conocido para asistir a un centro de salud y controlar la intoxicación.
- Realiza una prueba de drogas en orina lo antes posible para descartar la presencia de posibles sustancias (benzodiazepinas, opioides, fenciclidina, barbitúricos, entre otros).
Recuerda que siempre es importante velar por el autocuidado.
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Fuentes:
1. Camelo Roa, Sandra Milena, & Ardila, Alfredo. (2013). Efectos de la escopolamina a corto y largo plazo en la memoria y las habilidades conceptuales. Diversitas: Perspectivas en Psicología, 9(2), 335-346
2. Pontificia Universidad Católica de Chile. (2013). Burundanga ¿qué es y cómo prevenir? Unidad de Salud Mental, Salud Estudiantil. Recuperado de https://apoyo.saludestudiantil.uc.cl/saber-mas.html?task=verItem&id_item=130&vista=sabermas
